Contaros que desde que Sergio comenzó la guardería con tan solo 8 meses, yo imaginaba, como supongo que muchos de vosotros, si no todos, que es lo que harían en clase con otros niños, con otros adultos, cómo se comportarían,..., que si hubiese un agujerito por el que poder mirar...Y a medida que va creciendo y vas comprobando cómo aprende cosas y palabras que tu nunca le has enseñado, te va sorprendiendo, ¡¡hasta incluso a veces, te enseñan a ti!!.
Pues por fin lo he podido ver, he podido ver, he podido mirar por ese agujerito, es mas, lo he podido vivir en primera persona.
Fué el 11 de marzo. Pasé una mañana con los "mayores" de infantil. He de decir, que no solo me encantó la experiencia, también me sorprendió, para bien, claro. Ahora entiendo porque a Sergio le encantan las mates, nada que ver con cómo me las enseñaban a mi. Es todo juego, Esperanza les planteaba problemas y todos juntos, aparte de estarse quietecitos y prestando atención (sorprendente),
1º Pensaban
2º Contestaban
3º ¡Debatían!
Debatían entre ellos ¡increíble!... como adultos y sin discutir,..muy chulo de verdad. Si uno daba una respuesta diferente a la de otro, explicaba el porqué y luego juntos, entendían cual de ellas era la correcta.
Anécdotas graciosas, como cuando un niño confundió el concepto "medias" de mitad , por el de medias de ropa.
Me gustó mucho también ver, como al acabar una actividad, (pegaban huesos para formar el esqueleto humano en una cartulina), los niños que iban terminando, ayudaban a sus compañeros, algunos incluso antes de terminar el suyo.
Bueno, deciros, aunque ya lo sepáis, que tenemos unos hijos majísimos, y una gran maestra, que como dice Sergio, no es maja, es majísima. Y gracias a Esperanza por dejarnos vivir esta experiencia y por enseñar tan bien a nuestros pequeñajos.
Ana Isabel Marcos.
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